domingo, 12 de septiembre de 2010

Para quienes sostienen que no es posible transformar la realidad

El mandato presidencial de Lula en Brasil está llegando a su término. Lustrador de zapatos, obrero metalúrgico, sindicalista y revolucionario el presidente de Brasil consiguió en ocho años una transformación de su país que, sin haber solucionado todas las desigualdades e injusticias, demuestra que es posible transformar la vida más allá del fatalismo de quienes con escepticismo y conformismo o con hipocresía y complicidad sostienen que no vale la pena aspirar a cambiar la sociedad porque el "mundo es como es", tal como afirma hoy desde las páginas del diario La Nación de Buenos Aires el afamado periodista y formador de opinión Morales Solá.
Afortunadamente la realidad de Brasil contradice al insigne portavoz de la desesperanza y la resignación. Clarín, competidor y socio de La Nación, publica hoy Sierra publica un excelente reportaje de Gustavo Sierra, titulado significativamente "Chau Lula: La felicidad no tiene fin" acerca de la obra del presidente brasilero en el estado nordestino de Pernambuco, una de las regiones tradicionalmente más pobres de Brasil.

Como gráfico y triste contrapunto transcribo un corto fragmento de la nota de Morales Solá:
"El viejo Estado de Bienestar de Europa cayó abatido en los últimos años por el factor China, país imperturbable en su decisión de conservar las peores condiciones laborales para exportar competitivamente. Ese fenómeno es ciertamente injusto y lamentable, pero el mundo es como es" (negritas mías)

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5 Comentarios

Anonymous Anónimo dijo...

..."Las palabras son el discurso de la realidad" y nos inspiran desde La Pantalla Ubicua, libro de su autoría. En este sentido, las realidades nos serán mostradas de modo diferente según sean las miradas que animen a cada palabra.

Mi interpretación en torno al texto difiere con la que Usted Diego menciona; en mi lectura la frase a la que alude continúa..."el mundo es como es, no como lo imaginan..." dando paso a otra visión alternativa.

Las palabras al igual que la tecnología ¿Son en función del uso que de ellas se hace? ¿Son sólo vehículos expresivos que se particularizan según quién las interprete y/o decodifique?...y en ese caso me pregunto qué factores intervienen en la construcción de esas diferentes miradas.

Gracias,
Sol

13 de septiembre de 2010, 1:34 p. m.  
Blogger Diego LEVIS dijo...

EL mundo es como es o el mundo es como es no como lo imaginan, en el contexto de la nota aludida no modifica el fatalismo inmovilizador del texto de Moralés Solá. Las miradas son diferentes, sin duda, pero muchas veces su expresión está atravesada por intereses ajenos a lo que pretenden expresar. Lo interesante de la presidencia de Lula es que pone de relieve que, a pesar de las miradas pesimistas, la injustica no es un designio divino si no una construcción humana y puede empezar a revertirse no por arte de magia o por algún factor milagroso, sino también por voluntad y acción de los seres humanos

14 de septiembre de 2010, 9:02 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

..Una mirada esperanzadora,

Gracias! particularmente cuando la realidad local cargada de hostilidades cruzadas literalmente y por momentos me asusta,

15 de septiembre de 2010, 9:08 a. m.  
Blogger Diego LEVIS dijo...

De nosotros depende trasformar la vida. La desesperanza y el miedo son las mejores armas de quienes desean que la desigualdad, la injusticia permanezaca por los tiempos de los tiempos.

18 de septiembre de 2010, 3:54 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Efectivamente de nosotros y de cada uno depende transformar la vida, pero no en forma aislada sino en la interacción con el otro. Es posible que así el miedo se licúe y renazca la confianza.

Veamos que tiene hoy Brasil para decirnos.

Gracias por sus interesantes reflexiones y aportes,
Sol

3 de octubre de 2010, 1:36 p. m.  

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